El ajo negro es un ajo caramelizado muy utilizado como condimento en la cocina asiática coreana. Gracias a la globalización, ha llegado a América del Norte y Europa y se ha convertido en toda una tendencia en la cocina de estos países.
El ajo negro es muy conocido por sus beneficios y lo mejor de todo es que puedes sembrarlo, cultivarlo y prepararlo en casa para disfrutar de un condimento sano y sin aditivos tóxicos o negativos para tu salud.
¿Cuáles son las diferencias entre el ajo negro y el ajo blanco?
- El sabor de ajo negro es más suave que el del ajo blanco.
- El olor del ajo blanco es mucho más intenso, el ajo negro no deja mal aliento.
- El ajo negro es mucho más sencillo de digerir.
- La textura del ajo negro es blanda y gelatinosa.
- El ajo negro concentra mayores propiedades beneficiosas para nuestra salud que el ajo blanco.
- El ajo negro contiene una mayor proporción de tiosulfinatos y polifenoles (antioxidantes) y ácido linolénico.
¿Cómo siembro y cultivo ajo negro?
Para cultivar el ajo negro debes de elegir semillas o bulbos adecuados, es necesario un ajo de calidad. En el caso de cultivos grandes, se utiliza maquinaria homologada y terrenos preparados. Si vas a cultivarlo en casa, prepara una buena maceta con un sustrato nutritivo para las semillas o los bulbos.
Debes de vigilar el desarrollo y evolución de las plantas, deben contar con la humedad adecuada y ser fuertes, solo así obtendrás ajos perfectos.
Selecciona buenos dientes
Una vez tomados en cuenta estos detalles, elije dientes de siembra o los más hermosos y saludables que puedas encontrar. Plántalos en el suelo preparado o en una maceta a menos de 10 cm de profundidad. Ten presente que de cada diente obtendrás una cabeza de ajo.
Sustrato
El suelo donde los plantarás debe estar bien abonado, pero no en exceso. El sustrato debe estar suelto y permitir una buena filtración. El ajo crece bien en sustratos ricos en potasio y fósforo.
Siembra
Los dientes deben ser plantados a unos 2 o 3 cm de profundidad y debes taparlos con sustrato sin presionar. Siembra cada diente a una distancia de 10 a 15 cm entre ellos.
Riego
Cuando termines de plantar, riega con moderación. En 2 semanas deberían empezar a germinar. Los ajos se pudren con facilidad, por lo que el riego debe ser entre escaso a moderado. Si vives en una zona seca, riega una vez por semana. El terreno del ajo no debe encharcarse nunca y debes evitar abonar en exceso.
Poda la flor
Cuando los nazcan los tallos con flor debes cortarla si quieres ajos de buen tamaño. Esto se debe a que la planta moviliza todos los nutrientes del bulbo en formación a la flor y lo descuidará. Una buena manera de elegir el momento correcto para cortar la flor es esperar a que el tallo floral alcance los 15 cm de largo.
Anuda las hojas
Cuando las hojas de la planta alcancen un buen tamaño deberás anudarlas, esto las secará y permitirá el paso de nutrientes hacia el bulbo. Solo tienes que hacer un nudo en la base del tallo cuando este se encuentre libre de humedad, ya sea a causa de la lluvia o el riego.
Cosecha
Dos o tres semanas después de haber anudado las hojas y cuando se empiece a secar el tallo llegará la hora de la cosecha. Solo tienes que hacer palanca con el suelo para sacar cada bulbo.
Retira las raíces y hojas podridas del bulbo y déjalo secar al sol durante dos días para evitar que se pudra. Si llueve, traslada los bulbos a un lugar seco y déjalos reposar sobre papel absorbente.
Ahora es el momento de elegir las mejores cabezas de ajo para elaborar el ajo negro. Cabe destacar que este proceso es libre de aditivos y solo necesitarás de una fuente de calor y de humedad. Este proceso mantendrá las propiedades del ajo, le sumará nuevos beneficios y le aportará ese sabor dulzón y ácido que es tan bien valorado en la cocina.
¿Cómo hacer ajo negro casero?
Una vez elegidas las cabezas de ajo, estas deben ser grandes y frescas porque no puedes usar ajos secos, debes retirar la primera capa de piel de la cabeza. Asegúrate de hacerlo con cuidado porque los dientes deben permanecer unidos.
Coloca la cabeza de ajo en un recipiente hermético y con algo de humedad. Para lograrlo puedes humedecer los ajos en agua con sal o agua de mar hervida y fresca durante 10 minutos. Luego envásalos al vacío o cúbrelos con papel aluminio.
Para obtener una temperatura estable se puede utilizar una yogurtera, un hervidor eléctrico de arroz, horno, deshidratadora o cualquier otro electrodoméstico que pueda alojar en su interior cabezas de ajo a una temperatura constante de entre 40 y 50 grados durante unos 10 a 12 días. Una temperatura superior puede acelerar el proceso, pero los puede quemar si no controlas la humedad.
Terminado este período, saca los ajos del horno, llévalos al sol durante 6 días sin sacarlos del envase o del papel aluminio y déjalos madurar. Listo, ya cuentas con ajo negro para tus recetas.
Puedes conservarlos en un envase de plástico durante un año a temperatura ambiente.
Ventajas de hacer ajo negro en casa
Si aún no te animas a preparar tu propio ajo negro en casa, compartimos contigo algunas de las grandes ventajas que esta actividad puede ofrecerte:
- Puedes ahorrar, en la actualidad el precio de una cabeza de ajo negro es de 2 € en tiendas.
- Es sencillo de hacer, solo necesitas tiempo.
- Si lo cultivas en casa, será un alimento 100% ecológico y sin aditivos.
- Puedes preparar recetas de alta cocina y sorprender a amigos e invitados.
Si te ha gustado este contenido y quieres saber más sobre el ajo negro, como las mejores recetas de ajo negro para sorprender a tus invitados o cómo consumirlo, te invitamos a que continúes leyendo nuestros artículos, anímate a compartirlo y comenta tus resultados si te animas a sembrar, cultivar y preparar tu propio ajo negro.