Ingredientes
- Zumo de limón 0.5 ml.
- Sal al gusto.
- Pimienta negra molida al gusto.
- 100 ml de aceite de oliva extra virgen.
- 200 ml de aceite de girasol.
- 1 diente de ajo blanco o morado.
- 4 dientes de ajo negro.
- 1 huevo.
Preparación
- Pela los dientes de ajo con sumo cuidado, pues son tiernos y pegajosos. Pela el diente de ajo blanco o morado, luego corta por la mitad a lo largo y extrae el germen con la punta del cuchillo.
- Coge el vaso de una batidora y coloca los dientes de ajo, añades el huevo, la sal y la pimienta al gusto, vierte el aceite de girasol y coloca la batidora hasta el fondo, de manera que toque la base del vaso. Bate a velocidad baja y procura no levantar hasta que comience a emulsionar la mezcla.
- Añade el aceite de oliva y bate nuevamente, luego el zumo de limón e integra todos los ingredientes. Asegúrate que vas incorporando el aceite de oliva y el zumo de limón apenas empiece a emulsionar.
- Buen apetito.
Si quieres una salsa que cuente con un sabor exquisito y que puedas utilizar para acompañar tanto a tus proteínas como aperitivos, o si estás en una fiesta y por algún motivo te quedas sin opciones de acompañamiento, esta receta te salvará el día. Es sencilla, contiene ingredientes de fácil acceso y no te llevará más de 10 minutos prepararla.
Ingredientes
• 1 huevo.
• 1 cucharadita de zumo de limón.
• 1 diente de ajo.
• 4 dientes de ajo negro.
• 100 ml de leche entera.
• 200 ml de aceite de girasol.
• Sal al gusto.
Preparación
• Lo primero que debes hacer es cortar el diente de ajo blanco por la mitad, de manera transversal, para retirar el germen. Luego coge un vaso de batidora y colocas todos los dientes de ajo al fondo.
• Añade el huevo, los 200 ml de aceite de girasol, los 100 ml de leche entera, la sal y la cucharadita de zumo de limón.
• Introduce el brazo de la batidora hasta el fondo y bate de manera que este permanezca en su posición, pues lo que buscas es que la mezcla emulsione. Cuando veas que está emulsionando, procede a subir y bajar lentamente el vaso hasta que logres la consistencia deseada. Buen apetito.
Esta preparación es apta para las personas que prefieren una salsa más suave, perfecta para acompañar los aperitivos y platos fuertes, pues tu paladar no se perderá en su sabor y podrás degustar apropiadamente todos los ingredientes de tus comidas.
Ingredientes
- 3 dientes de ajo negro.
- 1 diente de ajo blanco.
- 60 ml de leche.
- 125 ml de aceite de oliva.
- Sal al gusto.
Preparación
- Lo primero que debes procurar es cortar el diente de ajo blanco por la mitad, asegurándote de retirar el germen. Luego coloca todos los dientes de ajo al fondo del vaso de la batidora (que debe ser un vaso alto).
- Añade los 125 ml de aceite de oliva, la leche y la sal. Bate sin levantar el vaso y mantenlo así hasta que empiece a emulsionar y consigas que espese.
- Procede a levantar el brazo de la batidora unas pocas veces, de manera lenta, mientras continúas batiendo. El movimiento debe ser de abajo hacia arriba.
Es una preparación que no toma más de 5 o 10 min y podrás utilizarla en cualquier momento para acompañar tus pollos o pescados (a la grill o fritos) y al mismo tiempo aprovechas las propiedades del ajo negro. Buen apetito.
Es una alternativa para aquellas personas que prefieren no incluir ingredientes que provengan de animales, e igual de deliciosa, ya que no pierde sabor y es sumamente fácil de elaborar. Puedes acompañar tus platos y ensaladas con esta salsa que, además, contiene propiedades beneficiosas para la salud.
Ingredientes
- ½ vaso de leche vegetal (es preferible que sea de soja sin endulzar).
- 1 vaso de aceite de girasol.
- Sal al gusto.
- 2 dientes de ajo blanco.
- 4 dientes de ajo negro.
- Perejil (este ingrediente es opcional).
Preparación
- Corta los dientes de ajo blanco por la mitad de manera transversal, retira el germen. Coloca todos los dientes de ajo en un vaso de batidora alto.
- Agrega el perejil, el vaso de aceite de girasol, el ½ vaso de leche vegetal y la pizca de sal.
- Comienza a batir con el brazo de la batidora en el fondo del vaso y procura no moverlo hasta que emulsione. Cuando veas que empieza a tomar consistencia, puedes subir y bajar el brazo lentamente hasta que consigas la consistencia deseada.
Puedes agregar aceite o sal y ajustar el sabor de acuerdo a tus gustos una vez que esté preparado. Buen apetito.